¿Cómo controlar el Rhizopus y la Monilinia?

¿Cómo controlar el Rhizopus y la Monilinia?

fungicida del frutal¿Cómo controlar el Rhizopus y la Monilinia?

Los tratamientos fungicidas del frutal para hongos de los géneros Rhizopus y Monilinia se aplican para prevenir y controlar la podredumbre blanda que causan ambos patógenos.

Tratamientos fungicidas para la Monilinia

En el caso de la Monilinia, al ser una enfermedad muy frecuente, llegan a diseñarse programas de aplicación de fungicidas del frutal que abarcan todo el ciclo fenológico del cultivo.

Por una parte, se recomiendan tratamientos preventivos durante la floración y previos a la cosecha con fungicidas específicos para combatir la enfermedad.

En este sentido, Certis-Belchim desarrolló los fungicidas bio-racionales: Kdos, Karbicure y Amylo-X WG. La empresa Syngenta, además, desarrolló el Fungicida Switch con dos sustancias activas (fludioxonil y ciprodinil) para combatir la Monilinia y pudriciones secundarias, como Botrytis.

Un estudio en Lérida del Grupo Operativo GOMORI, fechado en 2019, destaca ciertas prácticas complementarias a la aplicación de fungicidas del frutal, las cuales aumentan la posibilidad de reducir el desarrollo de los hongos.

El estudio reseña, entre las prácticas culturales para controlar la Monilinia, la poda en verde y la retirada del inóculo en los días previos a la cosecha.

Tratamientos fungicidas para el Rhizopus

Con el Rhizopus (moho negro del pan) existió, en principio, menos atención a su control, habida cuenta de la prevalencia de la Monilinia.

De esta manera, patologías testimoniales, como el Rhizopus aumentaron paulatinamente su presencia en la fruta ubicada en el árbol o en el suelo, en la postcosecha y durante la cadena de conservación y comercialización.

Al ser más desconocida la epidemiología del Rhizopus, no todos los fungicidas del frutal que se utilizan son efectivos para su control.

El citado estudio de GOMORI menciona que el hipoclorito de sodio, con independencia de la temperatura del agua, resulta efectivo para controlar el Rhizopus durante el hidro-enfriamiento y en la bodega de empaque.

Como producto específico, el Fludioxonil consigue una buena protección para esta enfermedad de fruta de hueso y es también eficaz contra Monilia y Penicillium.

Como el inóculo del Rhizopus se ubica en el suelo, también se aconseja incorporar una práctica cultural basada en conservar la cubierta vegetal del suelo para que actúe de barrera física a la dispersión de inóculo desde el terreno al árbol.

Muestra de hongos - Fungicidas del frutal

Conservación en frío

El citado estudio recuerda que el frío disminuye -aunque no detiene- el crecimiento de hongos patógenos de la fruta de hueso como Monilinia, Rhizopus y Geotrichum.

No obstante, desde el aspecto epidemiológico, la conservación de la fruta de hueso en frío previo a su comercialización aporta una ayuda al control del hongo y reduce las pérdidas.

Los datos recabados mostraron que un fruto inoculado con Rhizopus, conservado a 0 °C, pierde su capacidad de infectar y desarrollarse. Tras una semana a 0 °C, cuando la fruta se dispone a 20°C (vida útil), la incidencia de frutos infectados decrece palatinamente según aumenta el tiempo.

La incidencia de frutos afectados alcanza prácticamente el 0 % a las cuatro semanas de conservación a 0 °C.

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