NutribioN de Syngenta: una herramienta para reducir costes en fertilizantes agrícolas

La rentabilidad de una explotación agrícola depende, en gran medida, de una correcta gestión de los fertilizantes agrícolas, especialmente del nitrógeno. En este contexto, NutribioN de Syngenta se posiciona como una solución eficaz para optimizar el aporte nitrogenado y reducir los costes de fertilización sin comprometer la producción.

NutribioN es un bioestimulante basado en microorganismos exclusivos desarrollados por Syngenta, capaces de fijar el nitrógeno atmosférico y ponerlo a disposición del cultivo, especialmente en cereal. Su aplicación permite complementar o reducir el uso de fertilizantes nitrogenados tradicionales, lo que resulta especialmente interesante en escenarios de encarecimiento de los insumos o de limitación en el uso de nitrógeno mineral.

Los ensayos realizados por la compañía confirman su eficacia en suelos con limitaciones nitrogenadas. Según los resultados obtenidos, reducciones de entre 14 y 40 unidades fertilizantes de nitrógeno (UFN) permitieron mantener las producciones e incluso incrementarlas ligeramente en algunos casos. Esto se traduce en un ahorro directo en fertilizantes agrícolas y en una mayor eficiencia del plan de abonado.

A diferencia de los fertilizantes químicos convencionales, más expuestos a pérdidas por lixiviación, NutribioN favorece un aprovechamiento más eficiente del nitrógeno disponible en el sistema suelo–planta. De forma secundaria, esta acción contribuye a mejorar la estructura y la actividad biológica del suelo, reforzando su capacidad productiva a medio y largo plazo.

¿Qué es NutribioN y por qué es apto para la agricultura biológica?

NutribioN es un biofertilizante sólido en forma de polvo, desarrollado por Syngenta en colaboración con especialistas como Ceres Biotics. Su base principal es la bacteria endófita Azotobacter salinestris, (cepa CECT9690, exclusiva de Syngenta). Esta formulación lo convierte en un probiótico para el cultivo, aplicable tanto por vía foliar como radicular, e incluso a través de la rizosfera de la planta.

En el caso de NutribioN, ofrece su triple modo de acción: la bacteria fija el nitrógeno atmosférico directamente en la planta, optimiza las pérdidas de nitrógeno existentes y, finalmente, ejerce un efecto bioestimulante al activar compuestos que fortalecen la resistencia natural de los cultivos la sequía, salinidad del agua y condiciones agroclimáticas adversas.

Se recomienda el uso del producto en cereales como trigo, cebada y maíz, desde el momento de siembra hasta el inicio del encañado. La dosis típica implica 1 aplicación por ciclo, combinadas con prebióticos activadores como Quantis o Isabión para potenciar su efecto.

Beneficios de los fertilizantes agrícolas biológicos

Para los profesionales de la agricultura biológica, NutribioN ofrece ventajas tangibles que van más allá del mero reemplazo de un fertilizante por otro no contaminante. En ensayos de campo realizados en zonas cerealistas del centro y norte de España, como las jornadas en Bodegas Campo Viejo de Logroño en 2024, se ha demostrado que su aplicación aumenta la producción de cereal en un porcentaje significativo, al tiempo que reduce la dependencia de abonos nitrogenados hasta en un 20-30%, según datos preliminares de Syngenta.

Entre los beneficios que revelaron los análisis destacaron el incremento en la fotosíntesis y los niveles de producción, la estimulación de la floración y el cuajado del fruto, y una mayor productividad general en cultivos ecológicos. Además, al minimizar las unidades fertilizantes químicos, se facilita el cumplimiento de las directivas europeas en zonas vulnerables a la contaminación por nitratos.

La integración de NutribioN en rotaciones ecológicas es sencilla y flexible, además resulta totalmente compatible con las principales soluciones biológicas de Syngenta y facilita mezclas en pulverizaciones foliares o tratamientos radiculares.